Trastorno de control de impulsos

Al hablar de trastorno de control de impulsos, nos referimos a aquellos trastornos en los que la persona presenta dificultades o no tiene la capacidad para  resistirse al impulso de cometer una acción, la cual acabará afectando negativamente al individuo y a las personas a su alrededor.

El individuo con trastorno de control de impulsos suele experimentar mucha tensión o activación antes de la acción, después de esta, viene una sensación placentera (pues siente que se está liberando). Algunas veces la persona podría tener sentimientos de culpabilidad, sin embargo, esto no es forzoso.

¿Cuándo empieza a darse el trastorno de control de impulsos?

Generalmente esta afección empieza durante la infancia o la adolescencia, pero los síntomas se van agravando con el paso del tiempo.

Tipos de trastornos

Si bien existen existen varias alteraciones psicológicas caracterizadas por un déficit en el control de los impulsos, a continuación enumeraremos algunos de los trastornos de control de impulsos más conocidos:

 Trastorno explosivo intermitente

El paciente experimenta capítulos recurrentes de conductas impulsivas (agresivas y de gran intensidad). Generalmente ejercen agresiones físicas y verbales.

También puede realizar acciones verbales coléricas y reacciones fuera de proporción a cualquier situación común y corriente. Algunas de las acciones pueden ser desde berrinches hasta aventar y destruir cualquier objeto que se tenga a la mano.

Trastorno oposicionista desafiante

La persona que lo padece suele perder la paciencia fácilmente, se encuentran constantemente enojados, no aceptan reglas e inclusive se rehúsan a seguirlas, culpan a los demás de sus propios errores, les molesta que se les interponga una autoridad y suelen buscar vengarse o desquitarse.

Cleptomanía

Sin duda has escuchado hablar de cleptomanía, pues este es uno de los trastornos  del control de impulsos más comunes. Y nos referimos a una alteración en la que el individuo no se puede controlar ante el impulso de robar. En este caso en particular, la persona después de robar suele sentir culpa.

Causas y efectos

La aparición de los trastornos del control de impulsos se puede relacionar a diversos factores, en los que se encuentran la genética, causas físicas y del entorno.

Existen algunos factores de riesgo, como lo son:

  • Tener alguna enfermedad mental preexistente.
  • Antecedentes familiares de enfermedades mentales.
  • Antecedentes propios o familiares de adicciones.
  • Los jóvenes y hombres son más propensos.
  • Estar expuesto a agresiones y malos tratos de forma constante.

Síntomas del comportamiento en trastorno de control de impulsos:

  • Episodios repetitivos de ira.
  • Disfrutar de prender fuegos en lugares no adecuados.
  • Robar.
  • Mentir constantemente.

Síntomas psicosociales:

  • Ansiedad
  • Depresión
  • Irritabilidad
  • Autoestima baja.
  • Aislamiento social.
  • Desapego emocional.
  • Agitación.

Síntomas cognitivos:

  • Incapacidad de controlar los impulsos.
  • Deficiencia de concentración.
  • Pensamientos obsesivos y/o compulsivos.
  • Incapacidad de permanecer quieto o “en paz”.
¿Cómo se llega al diagnóstico?

Generalmente para llegar al diagnóstico, es necesario realizar una evaluación interdisciplinaria, neuropsicológica, neuroconductual y emocional.

Si los trastornos del control de impulsos no son atendidos a tiempo puede afectar la vida de quien lo padece y de su entorno. Ya que se pone en riesgo la integridad física y la seguridad. Pudiendo acabar con la vida, cayendo en prisión y otras desafortunadas opciones. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con nosotros. Contacto