TCC

Terapia Cognitivo Conductual

¿Qué es TCC?

Frecuentemente recibo en mi consular a personas referidas por un psiquiatra. En estos casos, su indicación es que, llevando un tratamiento farmacológico, conviene también uno psicológico para mejorar en los síntomas que se han encontrado y que causan malestar. De este modo, la psicología contribuye en el tratamiento de las enfermedades. En otras ocasiones, las personas llegan desesperanzadas porque han intentado en muchas ocasiones y de varias maneras cambiar su comportamiento. Argumentan que éste les ha causado problemas con sus familiares, amigos y conocidos, así como daño a sí mismos o a los demás. En fin, las personas llegan a terapia buscando una solución a sus problemas.

Al preguntarle al paciente que lo trae a consulta él o ella explica sus razones y luego, frecuentemente, me preguntan: “¿qué es la TCC?”  Tras la indicación de sus doctores, estos pacientes acuden conmigo para tener una terapia cognitivo conductual. A menudo, este no es el primer tratamiento psicológico que experimentan y varios se han vuelto escépticos frente a la disciplina. Los pacientes suelen pensar que su situación mejorará cuando logremos cambiar una conducta o pensamiento.

Desafortunadamente, esto no es posible de manera directa: lo que hacemos, pensamos y sentimos siempre está ligado a lo que somos; lo que somos, está ligado a lo que hemos aprendido a lo largo de la vida; y lo que hemos aprendido nos constituye. Por tanto, un componente importante de la experiencia en terapia es el aprendizaje para todas las partes. En este proceso descubrimos cosas nuevas y también revelamos aquello que ya conocíamos pero que no nos permitimos ver por tener una maraña enorme de problemas, conflictos y pensamientos, en tal situación es muy difícil aprovechar los recursos personales producto del aprendizaje para adaptarnos a los cambios y problemas de la vida.

Terapia Cognitivo Conductual

La terapia cognitivo conductual tiene su origen en la segunda mitad del siglo XX, pero como todo, ha evolucionado. El análisis científico ha permitido encontrar respuestas metodológicas al identificar algunos problemas en los resultados de la aplicación de las terapias. Con base en ellas, se ha logrado desarrollar lo que conocemos como la tercera generación de terapias cognitivo conductuales. Toda esta familia de tratamientos psicológicos está respaldada por las teorías del aprendizaje, es decir cómo es que aprendemos los seres humanos. Esta tercera generación integra de manera primordial el contexto: compuesto de una parte social, el aprendizaje a través de otros y el ambiente en el que vivimos, la cultura. Como mencioné anteriormente, lo que hemos aprendido nos constituye y, por tanto, lo que podemos aprender contribuye a seguir construyéndonos. La idea entonces es aceptar lo que somos en la realidad, usar lo que sabemos y estar abiertos a nuevos aprendizajes. Al final, el resultado es mejorar.

Los humanistas dicen que “la persona no nace, se hace” y que tiene una propensión natural a la mejora y el crecimiento. Me gusta esto porque me lleva a comprender que nuestra mente maravillosa tiene muchas posibilidades. Por su parte, los contextuales dicen que lo importante es encontrar la mente sabia entre la razón y la emoción, en el aquí y el ahora.

En consulta, trabajamos conceptos como la flexibilidad, la aceptación, el yo, los valores, entre
otros, con estas ides buscamos reflexionar en nuestras propias vidas y experiencias presentes. Los objetivos generales en terapia son la llegada al autoconocimiento, el distanciamiento de los pensamientos, la comprensión de la experiencia interna, la aceptación de la realidad tanto interior como alrededor de nosotros, la elección de las cualidades hacia las que queremos evolucionar, la adquisición de hábitos congruentes con nuestra elección y finalmente el encuentro con el cambio.

Autoría: Karla Melgarejo Frutos