apego

Apego

Apego ¿el apego puede llegar a ser excesivo en la relación madre e hijo?

Comenzaré por comprender junto con ustedes qué es el apego. En la segunda mitad del siglo XX, John Bowlby definió que hay una necesidad biológica entre un bebé y su madre o cuidador/a que consiste en buscar un vínculo que le provee de seguridad, para el bebé es el primer vínculo social (Delgado, 2004).

Este primer vínculo de confianza se establece durante los primeros meses de vida con él, se satisfacen las necesidades básicas en el bebé, una de estas primeras necesidades es las de seguridad. Es un proceso evolutivo que se consolida más o menos cuando el infante alcanza los 2 años de edad, también durante este tiempo se desarrolla el lenguaje, por lo menos su comprensión, entonces es capaz de crear representaciones mentales y predecir el retorno de su mamá cuando ésta se va. Este es el proceso en el que se establece el apego seguro, se forma esta relación afectiva, sólida y satisfactoria entre madre e hijo/a. La madre solícita, deberá tener contacto físico suficiente y muchas conductas de comunicación con su hijo. En el fondo, mediante estas actitudes solícitas en la crianza de los hijos, es posible que ellos sean personas con salud emocional.

Cuando hay tal consolidación, el niño o niña buscará a su madre ocasionalmente pero poco demandará el contacto físico, porque sabe y está consciente de la disponibilidad de su mamá en el momento que la necesite. El apego entonces será seguro, de manera que más adelante en la adolescencia encontrará su lugar en la vida con valía e identidad encaminadas y en la adultez le permitirá ejercer su autonomía e independencia de manera eficaz.

Lo contrario a estas formas saludables y seguras durante la crianza, sería la inconsistencia, la ambivalencia y no proporcionar seguridad.  En la vida adulta se manifestará en las características de los vínculos sociales que la persona establece, es decir, la forma de relacionarse con los otros, estos suelen ser con desconfianza, inseguridad, miedo, enojo, más aún, frecuentemente encontrando personas que del mismo modo han desarrollado un apego inseguro.

¿El apego puede llegar a ser excesivo en la relación madre – hijo/a?

Dentro del periodo en el cual el apego con la madre se está desarrollando, puede haber un apego excesivo de parte del hijo hacia la madre, esto sucede porque justamente aún no se ha establecido esa relación de confianza y seguridad, el niño comienza a demandar la atención de la madre, experimentado ansiedad de separación, es natural y parte del proceso, frecuentemente esto logra evolucionar pronto, pero hay ocasiones en que esta relación no llega a resolverse del todo, es decir la madre nunca es suficientemente fiable para el hijo o hija, por lo que es difícil desprenderse de esta figura, por tanto, se convierte en un referente de seguridad, única fuente capaz de satisfacer esta necesidad primaria, no ha logrado ser interiorizada, es decir, hay una sensación de vulnerabilidad constante en el interior de la persona.  Entonces el vínculo insano que se instala entre madre e hijo impide la formación de un vínculo consigo mismo y vincularse con otros de manera sana. Obstaculiza  “abrir las alas y volar”.

La formación del apego es una parte natural del desarrollo de los seres humanos, permite el bienestar emocional, explica la capacidad que tenemos de generar vínculos afectivos fuertes. En ocasiones no se ha tenido la oportunidad de adquirirlo en la infancia, pero es posible que más adelante durante la misma infancia, en la adolescencia y en la edad adulta uno logre conectarse consigo mismo, es posible lograr el autoconocimiento, y reconocer que necesitamos vincularnos y conectar con los demás, encontrando seguridad en esa propia conexión para confiar y reconocer que los otros son confiables. La persona estará preparada para afrontar cambios tales como duelos y separaciones, tenderá a ser asertivo en sus interacciones y resiliente. Por último, buscarán relacionarse con otras personas que tengan un apego seguro, así vivir una vida más sana en lo emocional y con bienestar.

Referencia

Delgado, A. O., & Oliva Delgado, A. (2004). Estado actual de la teoría del apego. Revista de Psiquiatría y Psicología del Niño y

         del Adolescente, 4(1), 65-81.

 

 

Autor: Karla Melgarejo Frutos