EL INTERNET DE LA SALUD
Ojalá esta columna sólo fuera al respecto de uno de los temas que más suelen molestar a los médicos en el consultorio, el abuso de los pacientes de las búsquedas en internet o lo que comúnmente denominamos “Dr. Google”. Pero no, hay un trasfondo mucho más relevante en esta relación que existe entre la red de la información y su uso dentro del ámbito de la salud.
Sólo para México se calcula que hay un 2.2 millones de búsquedas diarias en cuanto a temas de salud, y esta es una estadística de 2019; esto representa que una de cada 20 búsquedas en la red es al respecto de este tema, con un 31% de crecimiento anual con respecto a los años anteriores, reconociendo que 6 de cada 7 personas suelen teclear sus síntomas en búsqueda de un diagnóstico. Y este panorama, por razones que pueden resultar obvias, fue el apartado que más incremento tuvo durante el confinamiento derivado de la pandemia de la COVID-19, un 67%, cuando la alimentación aumentó 56%, finanzas un 54%, noticias un 43% y la educación un 32%. Los principales portales en los que las personas se detienen a resolver estas dudas son los de la Mayo Clinic (súper sencillo, completo, con hipervínculos para poder seguir mis búsquedas en los subtemas de mi interés, traducida al castellano y con un orden lógico de definición, síntomas, diagnóstico, estudios, tratamiento, pronóstico y evolución), seguido por Medlineplus, Healthline, el portal de la Secretaría de Salud Federal, y posteriormente, otros con menor representación.
Podríamos, como mencionamos al inicio de la columna, centrarnos en el romanticismo de la práctica médica y solamente mencionar que es un terrible error hacer este tipo de investigación de temas especializados, en portales con datos científicos y por personas que no tienen un entrenamiento formal en este ámbito del conocimiento humano; o buscar el lado bueno de la historia y entender que, con estas cifras, este ya es un fenómeno generalizado, que difícilmente cambiará y que, aceptando que es algo que pasa, debemos de ayudar y educar mejor a los pacientes para que hagan un uso sabio y prudente de toda esta información, para el beneficio del cuidado y apego al tratamiento de sus patologías.
Las recomendaciones tienes que ser muy puntuales:
El ejercicio de un diagnóstico médico es sólo un acto médico que sólo un profesional puede realizar. Todos los datos que uno, como paciente, pueda leer en la red, es información complementaria que puede y debe solo orientarme en mi toma de decisiones para acudir al médico correcto y recibir la atención más acertada.
Hacer uso de los portales de información que son diseñados para divulgación y para la atención del público en general. Se cometen una gran cantidad de errores cuando acuden a portales de información para médicos, el más repetido, es el del PLM (el libro gordo que contiene la información para prescribir todos los fármacos del mercado y que también se encuentra en línea), que reúne datos que sólo puede interpretar un médico.
Si derivado de las búsquedas que se realicen se generan varias dudas en cuanto al manejo, hay que reunirlas para comentarlas en la siguiente cita con mi médico, no se trata de una urgencia que obligue a distraer al médico de sus actividades cotidianas.
Hacer buen uso e investigar las aplicaciones diseñadas para el seguimiento de las patologías para pacientes, son muy intuitivas y generan información muy valiosa para los médicos y para la toma de nuevas decisiones, del tipo de las que siguen el sueño, actividad física, patrones de alimentación y conteo de síntomas.
Nunca, nunca, nunca, pidan consulta y tratamiento por chat, nada sustituye a una cita formal con sus médicos, ya sea en modalidad presencial o virtual.